lunes, septiembre 27, 2010

Aventura hacia la edad viril


¿un libro más de Baden Powell?

Y ahora algo de historia. Hablando con mi buen amigo William Hillcourt autor de la biografía de B.P. “The two lives of a Hero” (La dos vidas de un Héroe), le preguntaba sobre escritos del Fundador para Rovers. El me habló del libro “Adventuring to Manhood” (Aventura hacia la Edad Viril) y no sólo me habló sino me lo envió.

Al leerlo me causó una muy grata sorpresa: no era un libro sobre Programa, como “Escultismo para Muchachos”, sino un libro inspiracional, que da consejos a los muchachos de 17 años en adelante.

Un libro que ayuda a conocer lo que es el Escultismo, lo que es una Promesa, lo que debe de ser un Scout a lo largo de su vida.

Baden-Powell escribió este libro en 1936, ya en plena madurez, ya conociendo al muchacho no sólo del Reino Unido, sino del mundo todo.

Sin embargo, en muchas de sus páginas habla a los muchachos ingleses. Esto no importa, se puede leer como dicho a los mexicanos o argentinos o peruanos... sin mayor dificultad.

Para William Hillcourt, es uno de los mejores libros escritos por B-P.; yo comparto su modo de pensar: es inspirador, da consejos, propone modelos y anima al lector a vivir el Escultismo. ¡Qué más se puede pedir!

(click en la imagen para ir al libro)

sábado, septiembre 04, 2010

Día del Scout - si hoy festejamos es por esta historia.

ALGO SOBRE MI PADRE, TODO SERÍA DEMASIADO.

Si yo estoy aquí es porque mi padre contribuyó para que así sea, si los scout están en la Parroquia Santiago Apóstol es porque mi padre contribuyó para que así sea.
Para que yo creciera, mi padre contribuyó con todo lo que pudo darme en su momento, para que los scout crecieran, mi padre contribuyó con todo lo que pudo brindarles en su momento.
Después de una cierta edad comencé a caminar y a redescubrirme sola (así debe ser), uds. hicieron lo mismo y como yo, hoy son lo que son… un grupo con sello propio (así debe ser).
Nilo lombisani, luchador incansable, de humor inagotable, “jugador de la vida “ admirable!

La vida no le fue fácil, tuvo pesares pero también placeres, tuvo reconocimientos pero también olvidos, tuvo risas y también llantos… pero lo que siempre transmitió es su deseo de celebrar la vida.
De él aprendí a “danzar con lobos”, a ser astuta pero mansa, a juntarme con “reyes o mendigos” pero nunca perder mi esencia, a ver más allá de las apariencias, a darle crédito a mi intuición, a armar una mochila en segundos cuando sabía que tenía campamento.
Hoy, a sus 80 y tantos años (porque es muy coqueto) sigue diciéndome: “hija, hasta los 150 no paro”.

Yo tengo mucho de su sello personal, quizás un poquito más “remixado”, pero como él dice “lo que se hereda no se roba”.
Silvia Lombisani
Un pequeño tributo
19/08/2010